Resumen
De las publicaciones periódicas que se generaron por y para la empresa del Ferrocarril Mexicano destaca Mexrail. Magazine de Empleados del Ferrocarril Mexicano, revista que nació en el contexto de la conmemoración del 50 Aniversario del Ferrocarril Mexicano; la negociación de la deuda de ferrocarriles entre el gobierno mexicano y la Comisión Internacional de Banqueros; la campaña presidencial de 1924; la rebelión delahuertista; la expedición del Reglamento de 1924, conocido como Almaraz; la electrificación de la línea entre Paso del Macho y Maltrata, entre otros acontecimientos. Dicha revista tuvo un contenido temático; se enriqueció con la participación de los trabajadores de la empresa y se convirtió en un medio de información de la Gerencia general.
Palabras clave: Ferrocarril Mexicano, Revista Mexrail, electrificación, trabajadores
Abstract
Of the periodical publications that were generated by and for the company of the Mexican Railroad, Mexrail. Magazine de Empleados del Ferrocarril Mexicano stands out, a magazine that was born in the context of the commemoration of the 50th Anniversary of the Mexican Railroad; the negotiation of the railway debt between the Mexican government and the International Commission of Bankers; the 1924 presidential campaign; the delahuertista rebellion; the issuance of the Regulation of 1924, known as Almaraz; the electrification of the line between Paso del Macho and Maltrata, among other events. This magazine had thematic content on its first issues and was enriched with the participation of the company’s workers to later become a mean of information for the General Management.
Keywords: Mexican railway, Mexrail magazine, electrification, workers
Contenido general
En junio de 1924 se publicó, por primera vez, la revista Mexrail, Magazine de Empleados del Ferrocarril Mexicano, con el propósito de informar, integrar y sensibilizar a los trabajadores de los distintos departamentos sobre la relevancia que tenía esta empresa ferroviaria en el desarrollo del país. Su nombre se derivó de una contracción de Mexican Railway. Nació como iniciativa del ingeniero Cosme I. Luque,2 Superintendente de la Segunda División con residencia en Orizaba, y un cuerpo editorial encabezado por Edmundo Castillo, suboficial mayor de la Gerencia General de la empresa con sede en la Ciudad de México.
La revista tuvo una vigencia de dos años, de junio de 1924 a mayo de 1926; su costo los dos primeros meses fue de 20 centavos y para el tercero incrementó su valor de adquisición a 30 centavos, justificados por el incremento de páginas, que pasaron de 51 a 98. Esta publicación se registró como artículo de 2ª clase (2° grupo) el 23 de junio de 1924, aunque existen inconsistencias, pues en el número de enero apareció como artículo de 2ª clase (2° grupo) registrado 18 de diciembre de 1924.
Su tiraje inicial fue de mil ejemplares y cinco meses después aumentó a 2 mil 500 por dos razones principales. La primera se debió a que su distribución no solo fue entre los trabajadores del Mexicano, sino que cruzó las fronteras y llegó a funcionarios de ferrocarriles establecidos en la Unión Americana y Cuba; y la segunda, a que los editores se dieron a la tarea de vender publicidad a las empresas que hacían uso de la línea, por ejemplo: Wells Fargo Co. Express, S. A.; Cervecería Moctezuma; Talleres Tostado; Sonora New Company, empresa importadora de zapatos; Los ópticos, distribuidora de lentes; Fal, el almacén de moda; la casa comercial High Life; la Tabacalera, S. A. de C. V.; Palacio de Hierro, entre otras.
Mexrail contó con una línea editorial muy bien definida. Se nutrió con artículos, notas y colaboraciones que enviaban los propios trabajadores de la empresa o que fueron pagadas a particulares por parecer de interés para la directiva de la revista. Cada número fue supervisado por un cuerpo editorial encabezado por los hermanos Francisco y Edmundo Castillo. El primero de ellos, secretario de la Junta Local Directiva, y el segundo, el experimentado Edmundo, oficial mayor de la empresa.3 Ambos personajes habían editado las obras Ferrocarril Mexicano. Conmemoración del 50° aniversario de la inauguración del tráfico directo entre México y Veracruz, 1873-1923 (álbum) y De México a Veracruz 1873 – 1923. Por la línea más pintoresca de América. Guía histórico-descriptiva, que vio la luz en 1923.
Mexrail tuvo como principales corresponsales a empleados que trabajaron en los departamentos en los que se tenían establecidas oficinas. Muchos de ellos estaban afiliados a la Alianza de Ferrocarrileros Mexicanos, S.C.L.,4 tal como sucedió con Manuel Merino,5 contador general de la empresa, o Gudelio Morales,6 empleado del departamento de compras, quienes ocuparon la presidencia de la propia asociación.
Corresponsables de Mexrail, abril de 1925.7
En relación con su contenido, el primer número tuvo una temática miscelánea que incluyó: la presentación de la revista; datos relativos a la electrificación; efemérides en las que destacó la firma de la deuda externa que se relacionó con datos de las inversiones extranjeras en México; semblanza de los trabajadores de la empresa como la de Cosme I. Luque, superintendente de la segunda división; poemas; y las secciones Cruz roja del Ferrocarril Mexicano, alimentación y deportes, entre otras.
A partir del segundo y hasta el 15, se hicieron números especiales en los que no solo se abordó una temática principal, sino que también se incluyó información sobre la electrificación; poemas; artículos relacionados con la ciudad de Puebla, Orizaba, Tepozotlan, las grutas de Cacahuamilpa, entre otros. Se enriqueció con datos biográficos de los empleados e imágenes que enviaron los trabajadores al cuerpo directivo de la revista. Por ejemplo, el número tres se dedicó al Departamento de Fuerza Motriz y en él se enlistaron los nombres de los trabajadores jubilados del departamento de locomotoras. Incluyó, además, imágenes impresionantes de los talleres de Apizaco y Orizaba, y el resumen del Acta de Asamblea General de la Compañía en el que se presentaba la situación financiera que guardaba la empresa.
El Departamento de Transportes ocupó el cuarto número de la revista, el quinto fue para el Departamento del ingeniero residente, el siete se dedicó a la electrificación y el ocho se refirió al Departamento médico, la historia de los coches pullman y la compra de los quince coches construidos en Dayton, Ohio, llamados “México, Pachuca, Tlaxcala, Guadalupe, Tlaxcala, Apizaco, Puebla, Esperanza, Maltrata, Orizaba, Metlac, Córdoba, Atoyac, Soledad, y Veracruz”. Los datos de los coches serie 600 y el informe de la situación financiera de la empresa se encuentran referenciados en el número nueve, que estuvo dedicado a la Superintendencia de Coches Dormitorios.
La situación financiera ocupó nuevamente la atención de los editores, quienes destinaron algunas páginas del número diez, dedicado al Departamento de caja, para informar a sus trabajadores sobre la crisis que vivía la empresa. El once se dedicó al departamento de inspectores y auditores de trenes; el doce fue para fletes y pasajes; el trece presentó a la Gerencia General; el catorce fue para el Departamento Legal y el quince planteó el tema de las Juntas Directivas de México y Estados Unidos.
En una nota que antecede a esta se lee “En México, el negocio de los ferrocarriles dista mucho de ser remunerativo para los que invierten en él su dinero”.8
En relación con la autoría de los textos, la revista mantiene un equilibrio entre la pluma de escritores reconocidos y la de los propios trabajadores. Así encontramos textos de autores consagrados como José Asunción Silva –poeta colombiano–, Rudyard Kipling, Juan A. Mateos, Manuel Gutiérrez Nájera, Juan de Dios Peza, Francisco Monterde García Izcabalceta, Federico Gamboa, Xavier Villaurrutia, Salvador Díaz Mirón, Lope de Vega, Jesús Urueta, Miguel Arce, Manuel Caballero o artículos de los empleados Francisco P. Castillo, Edmundo Castillo, Manuel H. Mirassous, Pedro Ferriz, Gudelio Morales, sólo por mencionar algunos.
Las secciones de la revista no fueron siempre las mismas, algunas aparecieron de manera intermitente, pero a pesar de ello al parecer tuvieron mucho éxito entre los trabajadores porque eran donde más se veían reflejados, por ejemplo, la de consultas y correspondencia, casas, deportes, hijos de empleados, cocina, entre otras. La participación de algunos trabajadores del Mexicano también estuvo presente en cada evento patrocinado por la directiva, por ejemplo, en las convocatorias que se lanzaron para diversos concursos, como el de las traducciones, que apareció entre julio y agosto de 1924; el del musical o el más especializado, que dio como resultado un nuevo Horario.9
Otro tema que cubre esta revista es el relativo a los beneficios y protección de los trabajadores, por ejemplo, destacan las convocatorias para ser socios de la Caja de ahorro y préstamos de empleados del Ferrocarril Mexicano, S. C. L. dirigida por Manuel Merino y Edmundo Castillo; formar parte de la sociedad Mercantil Gran Hotel de Maltrata, proyecto encabezado por el auditor de trenes Miguel M. Reneau,10 o tener la posibilidad de adquirir una inmueble en la ciudad de Orizaba.11
Finalmente, ocupa un sitio distinguido, por la calidad y por la cantidad, todo el material gráfico que contiene. Destacan las imágenes enviadas por la Compañía Fotográfica Mexicana de Orizaba, lo mismo que por Carlos Z. Gutiérrez –trabajador del departamento de fletes y pasajes–, Miguel y José Mayorga, Alfonso Merino, Tanner y Maqueda, José Franco, entre otros.
De cómo llegó al CEDIF
La primera vez que vi esta revista fue hace tres años, cuando Michael Torrington, investigador de los túneles ferroviarios, la trajo a la biblioteca para que la conociera. Me comentó que sólo tenía trece revistas y que las había adquirido en un tianguis en la Ciudad de México, que al parecer había otras más, pero no sabía cuántas. De hecho, tuve que esperar un buen tiempo para saber que, efectivamente, la publicación solo circuló por dos años. Hace unos meses Michael nos compartió la reproducción de las revistas, con el propósito de ponerlas a disposición de los usuarios. Por su parte, Juan Manuel Celorio, investigador y ferroaficionado de México, nos compartió los números faltantes. A ambos nuestro agradecimiento sincero.
A manera de conclusión
En efecto, aunque se trata de una revista de empresa y los editores ocuparon puestos directivos, tiene un valor intrínseco como documento histórico. En ella se ven retratados el mundo del trabajo y la vida cotidiana de los trabajadores del Ferrocarril Mexicano, así como también los momentos coyunturales que vivió México y la propia empresa. De hecho, podríamos destacar dos de los proyectos que se realizaron durante la edición de la revista. El primero el de la línea Pachuca-Tampico, del que solo se hizo el reconocimiento, y el segundo el de la electrificación.
Ambos proyectos impactaron a la empresa, pero además tuvieron repercusiones en el país entero, ejemplo de ello es que en el tramo de Esperanza a Paso del Macho se vivió con mucha mayor fuerza la revuelta delahuertista.
Sin más, les hacemos una invitación a que la conozcan. Este material ya se encuentra disponible en la Biblioteca especializada para todos los que estén interesados en su consulta.
Fuentes consultadas
Archivos
Centro de Documentación e Investigación Ferroviarias, Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero, Secretaría de Cultura.
Publicaciones periódicas
Mexrail. Magazine de Empleados del Ferrocarril Mexicano.
Bibliografía
“Los grandes problemas colectivos. Gudelio Morales, Secretario General de la Confederación de Transportes y Comunicaciones”, Discurso pronunciado por el autor ante el IV Congreso Ferrocarrilero, en su sesión del día 10 de diciembre de 1932. México, Editorial Elizondo, 1932.
Ebergenyi, Ingrid, “El surgimiento del sindicato de trabajadores ferrocarrileros en México” en Historias. Revista de la Dirección de Estudios Históricos. Núm. 7, octubre-diciembre de 1984. Recuperado de https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/articulo%3A20394.
Consultado el 5 de octubre de 2022.
Morales, Gudelio, Tres años de lucha sindical. Informe rendido a la Alianza de Ferrocarrileros Mexicanos en su carácter de presidente general de la misma (1928-1931). México, Talleres Linotipográficos Hijos de J. Aguilera Vera, 1931.
2 Cosme I. Luque fue telegrafista en el Ferrocarril Central Mexicano; Telegrafista y jefe de estación en el Ferrocarril Interoceánico; telegrafista, jefe de estación, despachador y ayudante de Superintendente en el Ferrocarril del Oro; ingresó al Ferrocarril Mexicano como despachador, ascendiendo a jefe de despachadores, jefe de trenes y Superintendente en la segunda división. Para más información ver Mexrail. Magazine de Empleados del Ferrocarril Mexicano, t. I, año I, núm. 4, septiembre de 1924, p. 28.
3 Edmundo Castillo fue miembro de la Asociación literaria Manuel Gutiérrez Nájera; traductor de la Cámara de comercio; vicepresidente del primer congreso Mutualista y Obrero de la República mexicana. Para más información ver Mexrail. Magazine de Empleados del Ferrocarril Mexicano, t. II, año II, núm. 13, junio de 1925, p. 15.
4 La Alianza de Ferrocarrileros Mexicanos no se trató de la agrupación de ningún “gremio” como tal; formaban parte de la Alianza: enfermeras, inspectores, oficinistas, etc. Esta funcionaba más bien como una corporación: ser socio de ella garantizaba tanto la entrada a los escalafones como las condiciones de trabajo de los “oficinistas”, para más información ver: Ingrid Ebergenyi, “El surgimiento del sindicato de trabajadores ferrocarrileros en México”, en Historias. Revista de la Dirección de Estudios Históricos. Num. 7, octubre-diciembre de 1984. Recuperado de https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/articulo%3A20394 Consultado el 05 de octubre de 2022.
5 Manuel Merino también fue auditor viajero e instructor de agentes en el Ferrocarril Mexicano. Ocupó el cargo de Oficial Mayor de la Contaduría General; se hizo cargo de la Terminal de Veracruz y fue presidente de la caja de ahorros y préstamos de los empleados del Ferrocarril Mexicano. Para más información ver Mexrail. Magazine de Empleados del Ferrocarril Mexicano, t. I, año 1, núm. 2, julio de 1924, p. 8.
6 Gudelio Morales encabezó dicha Alianza en 1924, y dos años más tarde informó de la cancelación del contrato colectivo de trabajo de la Alianza de Ferrocarrileros Mexicanos; despidos injustificados “por un minuto o dos que los empleados llegaran tarde a su trabajo eran disciplinados con cinco o diez marcas de demérito”, para más información ver Los grandes problemas colectivos. Gudelio Morales, Secretario General de la Confederación de Transportes y Comunicaciones, Discurso pronunciado por el autor ante el IV Congreso Ferrocarrilero, en su sesión del día 10 de diciembre de 1932. México, Editorial Elizondo, 1932, p. 20. De 1927-1928, fue uno de los que encabezó la huelga del Ferrocarril Mexicano y de 1928 a 1931 ocupó nuevamente el cargo de la Alianza, para más información ver Gudelio Morales, Tres años de lucha sindical. Informe rendido a la Alianza de Ferrocarrileros Mexicanos en su carácter de presidente general de la misma (1928-1931). México, Talleres Linotipográficos Hijos de J. Aguilera Vera, 1931.
7 Mexrail. Magazine de Empleados del Ferrocarril Mexicano, t. II, año I, núm. 11, abril de 1925, p. 10.
8 Mexrail. Magazine de Empleados del Ferrocarril Mexicano, t. I, año I, núm. 10, marzo de 1925, p. 45.
9 Ibid, p. 65.
10 Miguel M. Reneau fue agente de Maltrata y ocupó el puesto de Auditor de Trenes. Mexrail. Magazine de Empleados del Ferrocarril Mexicano, t. I, año I, núm. 7, diciembre de 1924, p. 67.
11 Mexrail. Magazine de Empleados del Ferrocarril Mexicano, t. II, año II, núm. 13, junio de 1925, p. 45.