revista digital
29
ene – abr 2017indice
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Resumen
El edificio de la antigua estación del ferrocarril, en la capital del estado de San Luis Potosí, se ubica a un costado de la Alameda Juan Sarabia. Se destaca de los característicos edificios de cantera del centro histórico por sus líneas rectas y geométricas, ejemplo de la corriente arquitectónica que representaba la modernidad en la primera mitad del siglo XX, el art decó. El ahora Museo del Ferrocarril Jesús García Corona, fue un diseño del destacado arquitecto Manuel Ortiz Monasterio.
El inmueble se inauguró en 1942 y, además de coincidir con el elegante estilo decó, logra una verdadera integración plástica, pues es posible apreciar una colaboración real entre constructores y artistas, con los murales de los pintores M. López y Félix Rojas, así como del reconocido Fernando Leal, quien plasmó en sus obras momentos relevantes en la historia del transporte. La relevancia del inmueble no sólo radica en sus características arquitectónicas, perfectamente conservadas, sino también en su significado histórico para la ciudad, pues aún se mantiene como símbolo de progreso para una capital en búsqueda de la anhelada modernidad.
Palabras clave: Art decó, estación del ferrocarril, integración plástica, San Luis Potosí.
Abstract
The old railroad station building in the state capitol of San Luis Potosí is located next to the Alameda Juan Sarabia. It stands out from the other quarry stone buildings that the historical downtown has, because of its long geometrical straight lines, as an example of what modernity meant during the first half of the 20th century: art decó. The Railroad Museum Jesús García Corona that this building houses today was designed by the outstanding architect Manuel Ortiz Monasterio.
The building opened its doors in 1942. It matches the elegant decó style and also achieves a truly artistic integration since it is possible to appreciate a real collaboration between constructors and artists, such as M. López, Félix Rojas, and the renowned Fernando Leal, whose mural paintings and work in general reflected important moments in the history of transportation. The significance of the building lies not only in its perfectly preserved architectural features, but also in its historical meaning for the city, because it still remains as a symbol of progress of a capital in search of the long-awaited modernity.
Key words: art decó, Railroad station, plastic integration, San Luis Potosí
“La Luz al final de un túnel, no es más que la luz de un tren que se acerca”
Robert Lowell
Introducción
El edificio de la antigua estación del ferrocarril, en la capital del estado de San Luis Potosí, se ubica a un costado de la Alameda Juan Sarabia. El inmueble destaca de entre los característicos edificios de cantera del centro histórico por tener líneas rectas y geométricas. Es un ejemplo que llega a nuestros días de la corriente arquitectónica que representó la modernidad en la primera mitad del siglo XX, el art decó. El edificio, convertido ahora en el Museo del Ferrocarril Jesús García Corona, se inauguró en 1942 y fue diseñado por el destacado arquitecto Manuel Ortiz Monasterio. En él se puede apreciar no sólo el elegante estilo decó, sino los murales elaborados por M. López y Félix Rojas, así como por el reconocido Fernando Leal, quien plasmó en su obra momentos relevantes de la historia del transporte. La relevancia del inmueble no sólo radica en sus características arquitectónicas, perfectamente conservadas, sino también en el significado histórico para la ciudad, pues aún se mantiene como símbolo de progreso para una capital en búsqueda de la anhelada modernidad.
El arquitecto
El arquitecto Manuel Ortiz Monasterio 1
1
Ortiz Monasterio nació el 4 de febrero de 1887 en la Ciudad de México y murió el 19 de enero de 1967 en la misma ciudad. Sus estudios profesionales los realizó en la escuela de arquitectura de la Academia de San Carlos, mismos que concluyó el 25 de octubre de 1913. Fue profesor en cálculo de estructuras y materiales para la construcción en la misma escuela y de 1923 a 1935 fue presidente de la Sociedad de Arquitectos. Para más información ver Louise Noelle, Arquitectos contemporáneos de México, 2ª reimpresión. México, Ed. Trillas, 1993.
fue presidente de la Sociedad de Arquitectos de México y diseñador de los edificios más emblemáticos del México de la década de 1930. Entre sus obras más representativas se cuenta el edificio de La Nacional, en la Ciudad de México, construido integralmente en concreto armado y al que se le considera como el primer rascacielos del país, edificado en 1932. Dicho inmueble representa el ejemplo más acabado de la tendencia art decó en México y sobresale por la utilización del estilo en la portada del acceso principal, en el vestíbulo y en el barandal de la escalera. También están, dentro de su legado, los edificios La Mariscala, el anexo de La Nacional, el de Nacional Financiera y el de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza, en colaboración con Luis Ávila, y, por supuesto, no puede faltar el diseño arquitectónico de la estación ferroviaria de San Luis Potosí.
La obra
Entre las obras de interés general que desarrolló la Administración Obrera de los Ferrocarriles Nacionales de México, se cuenta la construcción de la estación de San Luis Potosí. 2
2
Revista Ferronales, t. X, núm. 12, 1 de diciembre de 1939, p. 19.
Con un presupuesto asignado de un millón de pesos, el 22 de abril de 1937 llegó a esa ciudad el material para la estructura metálica del edificio que se convertiría en la estación ferroviaria de pasajeros. El resto del año y durante 1938, se limpió el terreno que ocupaban los restos de la estación porfiriana que existió en el mismo lugar, donde se erigiría la nueva, esto al oriente de la Alameda.
Durante ese año, continuo la construcción con algunos contratiempos, pues los efectos negativos de la Segunda Guerra Mundial provocaron la escasez de algunos materiales, por lo que se demoró su inauguración, la cual tuvo lugar finalmente el 7 de noviembre de 1942, el día de los ferrocarrileros.
El inmueble coincide con la corriente arquitectónica conocida como art decó, término aplicado al trabajo producido en el difícil periodo denominado entreguerras; la esencia y el común denominador del estilo fue intangible y se expresa como el sentimiento de lo que representaba la modernidad para la gente en la primera mitad del siglo veinte. 3
3
Patricia Frantzkevy, Art Deco Graphics. USA, Ed. Thames & Hudson, 2012; García Morales, María Cristina (2014). Museo del Ferrocarril “Jesús García Corona”, Tesis de licenciatura UASLP, México, San Luis Potosí; Hillier define al art decó como un “Estilo moderno asertivo, que se desarrolló en la década de 1920 y alcanzó su punto más alto en la década de 1930; se puede deducir su inspiración de varias fuentes, que incluye el lado más austero del art nouveau, cubismo, el ballet Ruso, el arte de los indios americanos y la Bauhaus. Fue un estilo clásico en el que, al igual que el neoclasicismo, pero a diferencia del Rococo o el art nouveau, prefirió la simetría a lo asimétrico, a lo rectilíneo en lugar de lo curvilíneo; respondió a las demandas de la máquina y a los nuevos materiales como el plástico, el fierro, el concreto y el vidrio”, (Hillier, 1968, p.13) Hillier, Bevis, (1968), Art Deco of the 20s and 30s, Ed. Studio Vista Limited, Great Britain
Cabe hacer notar que la estación incorporó un sistema constructivo novedoso para la época, en el que se incluye cemento y concreto armado. En el exterior se observa un conjunto de cuatro volúmenes, en donde se destaca la doble altura del segundo, lo que le confiere mayor jerarquía, y sirve de entrada principal.
Dichos volúmenes dan lugar a grandes espacios funcionales como el vestíbulo, salas de espera y arribo, restaurante y, en sus anexos, oficinas de las Divisiones Cárdenas y San Luis. En el extremo derecho una estructura prismática sobresale de la estación, si seguimos de abajo hacia arriba las líneas que enmarcan cada cara de la torre nos llevan a un reloj en lo alto, de manera que puede ser visto desde diversos puntos de la ciudad. Las líneas rectas con ventanas rectangulares sin mayor decoración, caracterizan a todo el edificio, que en ese entonces ostentaba un color claro en lugar del color intenso que se aprecia en la actualidad.
Integración plástica
El edifico logra una integración plástica tal cual se define, al establecer una colaboración entre constructores y artistas, con los murales que se encuentran en el interior de la estación. Es posible comprobar lo anterior, desde el momento en que los tres accesos que dan paso al interior de la espaciosa recepción nos permiten apreciar en sus costados murales de los pintores M. López y Félix Rojas, cuyos motivos regionales expresan el compromiso de un pueblo con el desarrollo de su estado.
Si nos dirigimos al pasillo que conduce a la sala de espera, cabe hacer notar que durante el día se encontraba perfectamente iluminada –como hasta ahora–, gracias a los tragaluces del techo, frente y parte de atrás del edificio, y por la noche, la iluminación artificial se hacía presente por medio de modernas lámparas fluorescentes, lo que permitía a los pasajeros apreciar a cualquier hora los dos murales realizados por el destacado artista Fernando Leal, quien plasmó en sus obras momentos relevantes en la historia del transporte.
María Izquierdo escribió al respecto del mural El Triunfo de la Locomotora, que realizó el pintor Fernando Leal:
“El dibujo realista y preciso de Fernando Leal ha cubierto más de 4 metros cuadrados, dimensiones en que los colores, las formas y la equilibrada composición, triunfan con igual donaire, y en parangón con el tema de la obra El triunfo de la locomotora. A los dos triunfos hay que agregar uno más; el de los obreros mexicanos del Sindicato de Ferrocarrileros, que han tenido la elogiable iniciativa de ayudar a la cultura artística de México, cooperando en la realización de obras de arte para el pueblo…”. 4 4 Izquierdo, María, “El pintor muralista Fernando Leal”, en Hoy, México, no.334, julio 1943, p. 62.
En el mural La edad de la máquina, se puede observar una escena de descarga en un puerto donde la locomotora contrasta con el barco que se ubica a su costado. Fernando Leal puede ser considerado uno de los pioneros de la pintura mural en México, en sus obras de gran carga social dejó plasmada su visión del impacto de los medios de transporte, en especial del ferrocarril, símbolo de progreso en la sociedad del siglo XX.
Inauguración de la estación
La estación se inauguró, como ya se dijo líneas arriba, el 7 de noviembre de 1942. El evento comenzó a las 9 de la mañana en la entrada principal y contó con la presencia del general Ramón Jiménez y Delgado, entonces gobernador del Estado. Unos minutos más tarde, por la parte posterior de la estación se dibujó en el horizonte la locomotora número 2531, conducida por Zeferino Z. Jiménez y el maquinista Pablo Chavero, provenientes de la Ciudad de México. Después de rendirse honores a la bandera, quedó oficialmente inaugurada la estación de pasajeros. 5
5
Delgadillo González, Silvia Elena, Documento en proceso. Departamento de investigación del Museo del Ferrocarril Jesús García Corona, 2012; Revista Ferronales, t. XIII, núm. 11, noviembre de 1942, pp. 12-13.
Reflexión final
La antigua estación de pasajeros llama la atención por sus formas rectas y sencillas, que de alguna manera logran que la construcción se destaque por ella misma y no por los adornos, que en el caso de otros estilos es lo primero que salta a la vista. El ahora Museo del Ferrocarril cumple con el principio de menos es más. La fascinación particular por el estilo art decó surge, porque ofrece un orden que definitivamente contrasta con el caos que se puede encontrar en la vida cotidiana. Podría decirse también que es un estilo honesto, en el cual, lo que se puede apreciar es lo que es, sin aparentar ni simular, por lo que se podría calificar al edificio del ferrocarril como nada pretencioso. El contraste del color de sus muros con el cielo azul hace que destaque y le otorga una personalidad regional, pues el color ocre intenso se puede relacionar con el desierto del altiplano potosino. Sin embargo, al realizar una revisión de fotografías de la década de los cuarenta, se puede apreciar que el color original era de tono claro, posiblemente blanco o aperlado, el cual le confirió en su momento cierta elegancia. Al entrar al inmueble, la amplitud de los espacios ofrece una sensación de libertad, los murales se pueden observar perfectamente integrados con la construcción, no como una imposición, sino como acentos de formas y colores que transmiten un sentimiento de pertenencia, no sólo con el estado de San Luis Potosí, sino con una sociedad que buscaba el progreso y que aún se encuentra en esa búsqueda entendida como bienestar social, con la construcción de un país que aún lucha y basa sus esperanzas en la unión nacional, para alcanzar la anhelada modernidad.
Referencias bibliografícas
Fernández, Justino, Arte Moderno y Contemporáneo de México, tomo II, El Arte del Siglo XX, Ed. UNAM, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1994, p. 94.
Torres, Leticia, La integración plástica: confluencias y divergencias en los discursos del arte en México. Revista CURARE, Espacio crítico para las artes, México, (s/f).
Veloz Cleto, Francisco Javier, Revisión de la seguridad estructural del edificio “la nacional”, en el centro histórico de la ciudad de México. Tesina de especialidad, UNAM, México, D.F., 2015.
Museo del Ferrocarril Jesús García Corona. Secretaría de Cultura, Home Espacios Culturales Museos http://culturaslp.gob.mx/museodelferrocarril
Descargar artículo